El dulce de leche es un manjar que conquistó los paladares de muchos alrededor del mundo. Su textura cremosa y su sabor a caramelo han generado debates sobre las variedades disponibles, entre las que destacan el dulce de leche repostero y su versión común. ¿En qué se diferencian realmente?
El dulce de leche común es el tipo más extendido y conocido. Se elabora con leche, azúcar y bicarbonato de sodio, cocinados a fuego lento durante horas hasta que adquieren esa consistencia espesa y coloración dorada característica.
Textura suave: El dulce de leche común suele tener una consistencia más suave.
Sabor equilibrado:Presenta un equilibrio entre el dulzor y los matices lácteos, con un ligero toque de caramelo.
Usos versátiles:Perfecto para untar en pan o acompañar postres.
Por otro lado, el dulce de leche repostero, también llamado dulce de leche para repostería, está especialmente diseñado para su uso en la cocina, especialmente en la elaboración de pasteles, postres y otros productos de repostería.
Textura firme:Suele ser más espeso y firme que el dulce de leche común, lo que lo hace ideal para rellenos y decoraciones.
Concentración de sabor:Tiene un sabor más intenso y dulce, lo que permite que su presencia destaque en las preparaciones.
Estabilidad en la cocciónMantiene su forma y consistencia al ser sometido a altas temperaturas, lo que lo hace ideal para hornear.